La vida de Reina es como un sueño. No te enteras de nada. Todo te lo pintan bonito y consiguen que no te preocupes por nada. Si no fuera por mi doncella Maripuri, estaría como en una nube rosa. Maripuri me mantiene informada sobre las vidas de los pobres del país. También me informa sobre las vidas dichosas de los ricos.
-¿Sabe mi Reina que Pau Gasol se está forrando con el Banco Popular?
-¿Tiene Paul allí su dinero, Maripuri?
-No, mi Reina. Ese catalán ricachón cobra por poner unas fotos en la web del Banco Popular. ¿Consecuencia? Que el banco le ha subido a las nubes las comisiones a sus clientes más humildes. Mi vecina tuvo que traer su dinero para casa. Lo metió en el colchón.
-¿Y si se lo roban?
-Ya se lo estaban robando en el Banco Popular, mi Reina. Se lo robaban para pagarle a Pau Gasol un pastón. Por lo menos, como dice mi vecina, ese catalán que se llena la boca con la palabra España, no podrá llevarse sus céntimos tan duramente ganados.
Mi doncella no entiende la Economía moderna, la de la Unión europea. Intento explicarle que ese banco estará ganando muchos clientes con la imagen de Gasol. Mi doncella se pone furiosa.
-No gana ni un cliente. Sólo mantiene a ese deportista ricachón. Es una vergüenza.
-Yo no puedo decir nada malo de Gasol, Maripuri. Estuvo en nuestra fiesta de coronación y nos hizo un bonito regalo. No recuerdo qué, pero nos regaló una cosa carísima.
-A cuenta de los pobres.
Mi Rey tiene otras preocupaciones distintas a las de mi doncella Maripuri. Le quieta el sueño su hermana Cristina. Yo creo que no tiene por qué preocuparse. Al juez lo va a denunciar el fiscal y todo quedará arreglado. Doña Sofía le podrá decir a las amistades que su hija Cristina es más inocente que una niña de Primera Comunión.
-Cuentas con mi apoyo, amor.
-Gracias, Leta. Tú eres mi Reina.
Me siento importante. Soy su Reina. Casi nada. También soy la Reina de 46 millones de españoles. Nunca fui más feliz.