Los blogs que lee Letizia

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Wednesday, July 23, 2008

Premio Unidad, Premio Pilingui y vacaciones



Si de mi dependiera, íbamos a Asturias de vacaciones a pasar todo el verano. En Mallorca no me veían ni en fotografía, y mucho menos subida a esa lancha blanca que tengo que compartir con doña Sofía los días de regatas.

-Detesto los barcos, Felipe -le dije a mi marido el Príncipe antes de partir para Marivent-. No cuentes conmigo para la comida que Su Majestad le quiere dar a Chávez al bordo del "Fortuna". Irás solo.
-Cálmate, Leta. Todo irá bien en Mallorca este año. Confía en mí.

Buena iba si confiara en él. Nada más llegar a nuestro chalé del complejo de Marivent descubrí que no teníamos leche especial de crecimiento para mi niña Sofía.

-El año pasado nos la vendía un ganadero de cabras, Leta. ¿Cómo iba a saber yo que se jubilaba?
-Pensé que era leche de farmacia.
-Los hijos del Heredero siempre se alimentaron de leches naturales.

Mi Felipín, en vez de buscar alimento para nuestra hija, empezó a contarme la vida y milagros de las nodrizas que alimentaron a sus antepasados.

-Las princesas no tenían leche.
-No fue mi caso, Felipe.
-Vamos a tomar una copa, Leta. De las niñas se ocupa el servicio.
-Eres como los demás hombres, Felipe: no sufres por los hijos, no te sacrificas por tus herederas. Te digo que no hay leche para el biberón de Sofía y tú me vienes con eso de tomar una copa.

Maripuri me hacía señas desde la ventana. ¿Qué pasaba? ¿Venía un mensajero?

-Hay ovnis, mi Princesa. Mire allí, a la derecha de aquella torre.
-Es la luna. En Palma se deja ver antes que en Madrid.
-Voy a echar las cartas a ver qué me sale.

El tarot de mi doncella decía que había aviones espías sobre Marivent. Mi Felipín telefoneó al Presidente.

-De esas cosas se ocupa la ministra de Defensa, Alteza -le contestó Zapatero.

Localizamos a la ministra en Barcelona. Carmen Chacón le restó importancia al asunto.

-Yo no me ocupó de los paparazzi. Si le quitan fotos comprometidas desde el aire, hagan el favor de no molestarme. Recuerden que además de ministra de Defensa soy la madre de Miquel.

Doña Sofía también había visto ovnis.

-Llamé a Rouco y me dijo que confiara en el Espirítu Santo. Eso haré. Mientras yo viva, habrá crucifijos en la toma de posesión de los ministros.
-Yo creo que es una señal de socorro -opinó mi cuñada Elena-. ¿Se estará ahogando alguien?
-Tú no salgas con la bandera de España al hombro, hermana -le rogó mi Felipín-. Pueden llamarte facha.
-¡Que se atrevan!
-No discutáis, hijos. Si Peñafiel sabe que el Heredro y la que sería Heredera de no haber varón discuten, es capaz de ir por las televisiones diciendo que vuelven las Guerras Carlistas.
-Pues igual vuelven, mamá. Soy una mujer divorciada que está buscando un empleo mejor pagado en la Fundación Mapfre. Si no me contratan para cobrar, tendré que reclamarle a Felipe los derechos dinásticos que me corresponden como primogénita.

Doña Sofía llevó a su hija a sus habitaciones. Suspiré aliviada. Elena se pone tonta justo cuando menos falta hace.

-Ya no hay ovinis, mi Princesa.
-Mejor, Maripuri. Peiname para la cena de esta noche, anda.
-Voy a plancharle la melena. Ya sabe usted que los rizos no la favorecen.
-¿Pondré un Felipe Varela esta noche?
-Ni se le ocurra. Voy a prestarle un vestido mío muy favorecedor.
-Que no sea de los chinos, Maripuri.
-Es el vestido rosa que me hizo mi madre para mi puesta de largo. Tenía diecisiete años, mi Princesa, y, modestia a parte, era un bellezón. Bueno, sigo siéndolo.
-¿Mandaron algo mis súbditos?

Maripuri fue a mirar las valijas diplomáticas. Encontró un Premio Unidad que enviaba "Luz de Gas" y un Premio Pilingui con tarjetón del "Blog de Mar".

-Son preciosos, Maripuri.
-Voy a colocar el Premio a la Unidad en su dormitorio, mi Princesa. En verano se divorcian muchos matrimonios y no quisiera yo que usted y don Felipe le dieran un susto a la Patria.
-Nadie se alarmaría, Maripuri. Todo el mundo se divorcia.
-Peñafiel seguro que moría del espanto, mi Princesa. Es hombre de ideas antiguas. ¿Dónde coloco el Premio Pilingui?
-En el despacho de Su Majestad al lado de mi foto. Quiero que Chávez salga impresionado de la audiencia que le concede don Juan Carlos un día de estos.

Mientras mi doncella escribía con su delicada mano derecha de tarotista un "moitas grazas" para mis muy queridos súbditos pensé que no me apetecía ver a Chávez. Sofía lloraba por su biberón de leche especial. Leonor discutía con Froilán. Mi Felipín dormía. Doña Sofía leía a Platón. Su Majestad fumaba los puros que le regala Rajoy. Mis cuñadas jugaban al parchís con sus hijos. ¿Iba a ser yo la tonta que aguantara a Chávez? ¡Venga ya!

PREMIO UNIDAD otorgado por "Luz de Gas"



Este premio "la Princesa Letizia" tienen el honor de concedérselo a:

-Desde la tienda
-Haciendo camino
-Al son de unos tacones
-El blog de Mar

PREMIO PILINGUI otorgado por "El blog de Mar"





La Princesa Letizia le concede el Premio Pilingui a:
-Hecho en Marbella
-El antifaz
-Belén in Red
-Diario mágico de Milyta
-Luz de Gas

Tuesday, July 15, 2008

¿Y si aborto?



El Presidente quiere que colabore en una serie de vídeos a favor de la Ley del aborto porque sabe que, aunque me he casado con el Príncipe, sigo siendo roja.

-Dile que tienes la agenda llena, Leta.
-¿No tengo que obedecer, Felipe? ZP me dijo que la Familia Real estaba al servicio del Gobierno.
-Nosotros sólo le debemos obediencia y lealtad a Su Majestad, y el Rey quiere seguir practicando el catolicismo.

Zapatero se disgustó mucho cuando le dije que no podía ser. Una Princesa Heredera de las Españas no puede salir en un vídeo haciendo el signo feminista con las manos.

-Me gustaría decir eso de "nosotras parimos y nosotras decidimos", pero no puede ser, Presidente.
-Yo la defendería a usted si decidiera abortar, Alteza. Iría con la Vicepresidenta a hablar con Su Majestad para que firmara el decreto que impidiera una pena de prisión para usted.

Mi doncella no encontró en mi futuro ningún aborto.

-El tarot sólo predice partos con cesáreas dolorosas.
-No me asustes, Maripuri.
-¿Piensa hacer un testamento vital, mi Princesa? Aquí me sale una eutanasia.
-¿Será Su Majestad el eutasianado? Mira bien, Maripuri, que igual me das una alegría. Fíjate en las fechas.
-Su Majestad tendrá una vida más larga que Matusalén. Pasará de los cien años, mi Princesa. Sale rodeado de bisnietos adultos y...
-¿Está moribundo?
-No, mi Princesa. Está en Mallorca capitaneando el "Fortuna". A quien veo achacosa es a doña Sofía.
-Estás leyendo las cartas al revés, Maripuri. Si Su Majestad está en una estancia blanca, es que está hospitalizado y los bisnietos van a verlo.

Me dejé de cartas y corrí a organizar las cosas para el futuro. Mi Felipín dormía la siesta apoyado en la mesa del despacho.

-Despierta, Felipe, que hay que escribir el nuevo artículo 57 de la Constitución.
-¿Qué dices, Leta?
-Zapatero está modificando nuestra Carta Magna y yo también tengo que modificar los artículos que impiden nuestro reinado de forma inmediata. Voy a introducir el derecho a la eutanasia activa en el mismísimo artículo 57.
-Eso hay que hablarlo con Su Majestad.
-Ni se te ocurra.
-Creo que la eutanasia es pecado, Leta.
-Algún pecado hay que cometer para pertenecer al Reino Católico de los Pecadores.
-Voy a rezar.

En el jardín, mi Leonor jugaba a princesa rockera ajena a mis preocupaciones.

-¿Estoy guapa, mami?
-Guapísima, mi amor.
-¿Soy más guapa que Sofía?
-No te pelees con tu hermana, niña, y deja que me concentre.

El artículo 57 me salía muy largo. Llamé al contable Juan para me echara una mano.

-¿Derecho a la eutanasia para la Familia Real, alteza? -me preguntó escandalizado-. No cuente conmigo como colaborador de un delito.

La cocinera Ángela fue la única que accedió a colaborar en el resumen de lo escrito.

-Escribo con faltas de ortografía, pero con letra clara, Alteza. Primero redactaré el derecho al aborto para las mujeres de la Familia Real.
-El aborto no nos interesa.
-La pueden meter en la cárcel si aborta fuera de los tres supuestos despenalizados aunque sea un aborto espontáneo.
-Tú escribe en ese papel que estoy a favor de la eutanasia para personas mayores de setenta años.
-No puedo, Alteza. Mis padres tienen setenta años y no quiero que me los maten. Siga usted, Alteza, y que dios la perdone.

¿Tan cristianos somos?, me pregunté. Mucha fe tiene el personal. a la hora de la verdad, se acuerdan de Dios y no hay forma humana de hacer a este país laico.

-¿Usted abortaría, mi Princesa? -me preguntó Maripuri.

Me toqué la barriga. ¿Habría vida allí dentro? No, la vida estaba en el jardín. Mis Infantitas gritaban, reían, corrían, saltaban. Eran vida.

-Aquí sólo hay intestinos y células madre, Maripuri. La vida está allí, en las niñas paridas.

Maripuri también dudaba. No le pregunté si estaba a favor de la eutanasia porque era capaz de decirme que no contar con ella para practicarla. Maripruri siempre defendió el encarnizamiento terapéutico.

Monday, July 07, 2008

Sin corbatas



El ministro de Industria nos envío una circular invitando a todos los hombres de la Familia Real a quitarse la corbata. Estamos en crisis y el precio de la energía se ha disparado, decía.

-Hay que obedecer, Leta -dijo mi Felipín-. El señor Sebastián es muy amigo de ZP y tendremos problemas con el Presidente si no acatamos sus amables sugerencias.

Su Majestad no estuvo de acuerdo. Él llevaría corbata hasta en las comidas familiares al bordo del "Fortuna".

-Soy el Rey.
-No eres nada moderno, Juanito -le dijo doña Sofía-. si el ministro de Industria va sin corbata al Congreso, tú puedes recibir a Zapatero con ropa más informal. Por ejemplo podrías ponerte esas bermudas verdes que combinan con las chanclas amarillas.
-Zapatero viene a verme vestido con trajes hechos a medida. Lo asesora Elena Benarroch.
-Yo lo puedo asesorar a usted, Majestad -intervino mi doncella-. Cambie la corbata por una pajarita y el traje militar por un chandal rojo.
-¡Despide a esta mujer, nuera!

Maripuri se negó a ser despedida. Según ella, había firmado un contrato con una clausula que prohibía el despido en los meses que se incrementara el número de desempleados.

-Hasta el año 2011 no podrán despedirme, mi Princesa.
-Esperemos que la III no nos despida antes a todos, Maripuri.
-No ocurrirá tal cosa si Su Majestad sigue llevándose bien con los socialistas.

Mi Felipín tomó nota del consejo de mi doncella y le envió a ZP una fotografía en la que aparecía descorbatado. Quiten el aire acondicionado, le contestó el Presidente. Así lo hicimos. Media hora después tuvimos que tirarnos a la piscina.

-Morimos, Leta. En mi vida sudé tanto. Mira nuestras Infantas. Se están deshidratando, Leta. ¡Dios mío! Mi Heredera está pálida y su hermana Sofía no habla.
-Hablad, niñas -les pedí.
-¿Somos patos, mami? -preguntó mi Leonor-. Llevamos diez horas sumergidos en estas aguas calientes.
-Estamos ahorrando el aire acondicionado, cariño. La Patria merece nuestro esfuerzo.

Cuando empezó a anochecer salimos de la piscina. Mi piel parecía la de una uva pasa. ¡Qué arrugas!

-Busca la crema hidratante, Maripuri.
-Hace un mes que no compramos cremas, mi Princesa. El ministro de Economía nos pidió una drástica reducción en el consumo innecesario.
-¿Consumo innecesario? ¿Pero tú estás tonta? La crema hidratante es imprescindible.
-Su cuñada la infanta Elena utiliza baños de barro en vez de cremas hidratantes.

¡A lo que hemos llegado! No tenemos cremas, los hombres van sin corbata, ZP quiere que vivamos con lo mínimo necesario,...

-Maripuri, mira en tu tarot si el Presidente tiene aire acondicionado en La Moncloa.
-Pues... sí. Hay un vendaval de aire fresco en las estancias privadas del palacio presidencial.
-¿Y en Génova 13 hay aire acondicionado?
-Allí nunca lo apagaron, mi Princesa. Rajoy no se quita la corbata ni para dormir y necesita bajas temperaturas para evitar esos sudores que traspasan la ropa.

Nosotros no íbamos a ser menos. Encendí el aire acondicionado y obligué a mi Felipín a encorbatarse. Me encantan los hombres con corbata.

-¿Dónde están mis corbatas, Leta? Han desaparecido.
-¿Las habrás tirado, Felipe? Si las tiraste, hay que llamar a los barrenderos para que te las devuelvan. No están los tiempos como para derrochar.

Las corbatas de mi Felipín no aparecían. Mi doncella vació los armarios, las buscó en el cubo de la basura y nada, seguían brillando por su ausencia.

-Ni ZP ni Rajoy les robaron las corbatas al Príncipe. Fueron a sus congresos descorbatados. No era para menos, sobre todo en el caso de Rajoy: en Cataluña sólo aplaudieron a Nebrera.

¿Quién era Nebrera? Bueno, quien fuera. A mí la política no me interesa.

-Mire quien trae las corbatas, mi Princesa.

La niñera Rafaela venía más disfrazada que de costumbre, con mucha pluma, mucho color chillón y mucha sonrisa.

-Vengo de Chueca, ciudadana Leti. ¿Por qué no viniste al orgullo gay?
-¿Quieres que me excomulgue Rouco?
-Se puede ser católica y lesbiana. Cristo no lo prohibió. Tenga las corbatas que llevé para celebrar la visibilidad lésbica. Fueron muy aplaudidas en la manifestación, mucho más que los abanicos de su suegra.

Encorbaté a mi Felipín mientras pensaba que cada día menos católica me siento; la fe me abandona, regresa mi ateísmo. Creo que en mi futuro reinado va a haber más corbatas que sotanas. España será laica y yo seré su Reina.

Tuesday, July 01, 2008

¡Ganamos la Eurocopa!



Estoy borracha de felicidad. España, los españoles y yo hemos ganado la Eurocopa. ¡Cuánto sufrí! Tengo los dedos torcidos de tenerlos cruzados durante todos los partidos.

-Es la única manera de darle suerte a la selección, mi Princesa. La Familia Real tiene que ver los partidos con los dedos cruzados y usted abrazada al Príncipe -me dijo Maripuri hace un mes.

Le hicimos caso a mi doncella. Yo me abracé a mi Felipín como una novia en luna de miel.

-Cruza los dedos, Felipe, que hay que darle suerte a nuestros futbolistas.
-¿No estaremos haciendo el ridículo?

Estábamos en el partido de las semifinales. España goleaba a Rusia y nuestros súbditos gritaban desde las gradas que nos besáramos.

-Leta, no puedo besarte. Sus Majestades nos ven por televisión y ya sabes que no soportan que rompamos el protocolo. Mamá es muy estricta con las formalidades.

Doña Sofía fue a la final porque Su Majestad se lo pidió encarecidamente.

-Mi madre, la reina Federica de Grecia, era alemana -protestaba doña Sofía-. No puedo acompañarte, Juanito.
-Recuerda que eres la Reina de España.
-Tengo sangre alemana y no puedo ir porque abuchearéis a los alemanes y yo no puedo consentirlo.

Al final se dejó convencer. Puso cara de profesional y se fue a Austria. Regresó encantada.

-Los chicos de Luis estaban faltos de cariño, Letizia. Pobrecitos. Iker Casillas le echó los brazos al cuello a tu suegro como si encontrara a un padre. Me emocioné. Yo también lo abracé como abrazo a mis nietos. Estoy pensando en fundar una ONG para dar abrazos.
-No hay dinero, Mejestad -le dijo el contable Juan-. La crisis económica sigue sin solución a corto plazo.
-Tonterías. Hablé con el Presidente durante el partido y dijo que en España hay cada vez más millonarios gracias a los socialistas. Estamos en el Primer Mundo.

El contable Juan empezó a hablar de inflación, paro, PIB, déficit comercial,...

-Silencio, coño -bramó Su Majestad-, que estoy celebrando la Eurocopa. Brindemos por la Patria.
-Dios quiera que Marruecos no invada Perejil hoy. Estamos tan borrachos todos que no podemos ni con un fusil para defendernos -dijo Maripuri.
-¡Nuera! ¿Qué personal contratas?... ¿Tu doncella no sabe que la ministra Chacón está defendiéndonos?

Su Majestad siente una gran simpatía por la ministra de Defensa. Le gusta su visión pacifista del Ejército, su gran capacidad de trabajo y, sobre todo, su talante.

-Ahí la tenéis en el Congreso unas horas después de celebrar la Eurocopa con los miembros y "miembras" del Gobierno.
-Ay, Juanito, hablas como Bibiana.
-Voy a vestirme de "generalo" de los Ejércitos españoles para recibir a los "futbolistos". Tú pon un vestido largo, Sofi.

Miré a mi Felipín alarmada. Su Majestad había modificado su vocabulario según el criterio gramatical de la ministra Aído.

-No hay problema, Leta. Peñafiel sólo se fijará en lo que digas tú.
-¿Estará Peñafiel entre los periodistas que cubran la recepción a los futbolistas?
-Quiere verte de cerca para poder confirmar los rumores que circulan por los mentideros de Madrid.

Corrí a ponerme tres fajas más sobre las cuatro que llevaba. No será Jaime Peñafiel el que me estropee una exclusiva. Yo seré la que anuncie mi tercer embarazo a mis súbditos y súbditas. Pero tendrán que esperar a que la prueba de la rana me lo confirme primero a mí.

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