Los blogs que lee Letizia

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Monday, February 25, 2008

Pensando en Cuba



En Cuba han iniciado una transición hacia un gobierno sin Fidel Castro y yo creo que necesitan una monarquía. La isla caribeña es un buen sitio para que una aspirante a reina como servidora fije su residencia.

-Quítate esa idea de la cabeza, Leta. Nosotros hacemos falta en España.
-¿Sabes lo que pienso, Felipe? -me sorprendí-. Pensé que era sólo mi doncella la que tenía poderes para leer mis pensamientos más ocultos.
-Acabamos de recibir una llamada del hermano de Castro rechazando tu autocandidatura para reina de Cuba. ¿Cómo te atreviste, Leta? Pudiste haber creado un conflicto diplomático.

Mi Felipín no tiene agallas. Yo, en cambio, defiendo mis derechos. ¿No soy Princesa Heredera? Pues entonces tengo que heredar un reino y me da igual que sea España, Cuba o las islas Malvinas.

-Si vas a reinar en Cuba, yo no puedo acompañarte, ciudadana Leti. Soy transexual -me dice la niñera Rafaela.
-Estarías protegida por el pasaporte diplomático, Rafaela.

La niñera de mis Infantitas dice que prefiere quedarse en España.

-Aquí puedo casarme y adoptar niños nacionales.
-Pobres niños. Pasas las noches de juerga por los madriles.
-Ya sentaré la cabeza, ciudadana Leti. Los años me pondrán sentido común.

La experiencia empírica no dice tal cosa. Hay personas por las que no pasa la edad. Fíjate en mi cuñada Elena.

-Estoy viviendo una nueva juventud, cuñada -me confesó-. Voy a ir a Cuba de vacaciones.
-¿Con tu novio? -le pregunté-
-No, me acompañará Ana Obregón. La pobre está muy asustada estos días.
-No sabía que eras amiga de Ana Obregón.
-Somos primas políticas.

Elena me cuenta que el parentesco se explica porque el hijo de Ana desciende de Alfonso XIII.

-¿Te importaría alojarla en tu casa, cuñada? Se muere de miedo en la Moraleja desde que la dejó Darek.
-Pues claro que me importa. Mi casa está hasta los topes con dos hijas infantas, un marido príncipe, el servicio, el perro Pancho.
-¿No tienes una habitación libre?

Corrí a cerrar todas las puertas con llave. Elena era capaz de llenarme el Palacio con los protagonistas de la prensa rosa.

-Volvió a llar Raúl Castro, Leta.
-¿Me nombran reina de Cuba?
-No, Leta. Raúl quiere que su hermano Fidel venga para Madrid. Cree que tendría un gran futuro en la vida política española.
-Yo también lo creo, Felipe. Lo juntamos con Fraga en el Partido de los Pasionistas y malo será que no quiten escaño.
-Perdone, mi Princesa,...
-¿Sí, Maripuri?
-El tarot dice que Ana Obregón se liará con un cubano, pero parece que no es Fidel.
-Menos mal.
-Usted no será reina de Cuba.

Respiré aliviada. Seré la Reina de España, es decir, de la octava potencia mundial, donde no escasean los productos de primera necesidad y hay mucha democracia.

-Doña Elena abre una consultora -prosigue Maripuri.
-Entonces era cierto lo que leí en un confidencial de Internet.
-Su cuñada hará grandes negocios con los Albertos, mi Princesa, aquí y en la futura Cuba democrática.
-¿Se casará pronto? -pregunto esperanzada.
-No le sale boda, pero le veo un novio con muchos billetes. Será este novio rico el que la salve de la primera quiebra.

¡Menuda empresaria nos ha salido en la familia! Acaba de inaugurar el tenderete inmobiliario y Maripuri ya le ve una quiebra. Es lo que le digo yo siempre a mi Felipín: "tu hermana Elena debería hacer las paces con Marichalar y volver a ser una ama de casa con pamela". Para ser empresaria con éxito necesita una estudiar Económicas y tener un padre poderoso. Elena incumple el primer requisito.

Monday, February 18, 2008

San Valentín a tope



En La Zarzuela vivimos el día de San Valentín a todo tren, como corresponde a una casa donde hay muchas parejas enamoradas.

-Nos van a excomulgar, Leta -se lamentaba mi Felipín, siempre preocupado por lo que dicen los obispos-. Y si nos excomulgan, no podremos celebrar como dios manda las primeras comuniones de las Infantas.
-Tranquilo, Felipe. Malo será que esos curas tan majos que hay en San Carlos Borromeo no tengan un par de bizcochos para nuestras niñas. Tú sigue besándome.
-Estoy cansado.
-¿Cansado? ¿Tienes amante?
-Mi amante eres tú, Leta.

Respiré aliviada. Todavía soy la única. Peñafiel no puede criticarnos como hace con mi cuñada Elena estos días.

-¿Sabe cuántas veces llama Jaime Peñafiel en una mañana? ¡cincuenta veces! -me informa mi doncella.
-Es su trabajo, Maripuri. Los periodistas deben contrastar la noticia.
-Miró la fotografía del beso con microscopio y vio las lenguas unidas, mi Princesa.

Doña Sofía también debió ver las lenguas en el beso porque está en cama desde que salió el "Lecturas".

-No quiero que me visites, Letizia. Estoy sin maquillar y tú sigues siendo periodista.
-Nunca vendería unas fotografías suyas inapropiadas, Majestad.
-A Juanito no te acerques. Está hecho una furia. Quiere quitarle la nacionalidad española a Carlos Ruiz de Velasco.

Mi Felipín quería retarlo a duelo. Tuve que reñirle para que desistiera de semejante locura.

-Si mueres en el duelo, no seré la Reina de España.
-Te ocuparás de la regencia.

Le quité de las manos el espadón de Fernando de Aragón. ¡Cómo pesaba!

-Haremos un duelo a tiros -insistió-. Yo con un revólver de calibre 45 me manejo bien.
-¡Felipe! Vamos a hacer el amor y a dejarnos de guerras -le reñí.
-Un hombre con cuatro hijos besó a una infanta de España casada.

Y más que la besará. Elena está encantada. Tiene razón doña Sofía cuando dice que su hija mayor ha salido a Isabel II. Le gustan los hombres más que a mí el chocolate.

-Carlos me recita poesías de Garcilaso de la Vega, cuñada -me dijo por teléfono-. ¿No es un encanto?
-¿En qué trabaja?
-Hacemos el amor tres veces al día.
-¿Le pagas esos servicios, Elena?
-Por San Valentín me regaló un crucifijo. Es muy católico.

Es imposible hablar con una mujer enamorada en pecado. colgué. Mi Felipín no me regaló ningún crucifijo. Tuve que contentarme con unas rosas de invernadero. Yo le regalé un poema de una poetisa cuyo nombre no quiero recordar por ser ella tan famosa como yo.

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El cielo lloraba
cuando intercambié
mi sí por tu sí
y juré amarte
hasta el más allá
en el más aquí.

Quise emocionarme,
decirte lo mucho
que yo te amaba
y no me atreví.

Ahora me atrevo,
te digo extasiada
de amor inmortal:
te quiero horrores,
me muero por ti.

Monday, February 11, 2008

¿Un premio para mí? ¡Gracias!



La inflación me destroza el sueldo. No hay manera humana de llegar a fin de mes. Hacia el día 15 ya tengo que llamar al señor Botín para pedirle un préstamo.

-Usted pida, Alteza -me dice-. El Banco Santander pone a su disposición los ahorros que le confían las familias españolas.

¡Si fuera cierto! Lo que no dice don Emilio Botín es que me reclama el reembolso del préstamo con unos intereses que ya quisieran cobrar los usureros de la Edad Media. La solución a mis problemas financieros sería una primitiva con mucho premio, pero no hay un método conocido para acertar los seis números en una única casilla.

-Tiene que insistir, mi Princesa -me anima mi doncella-. La diosa Fortuna premia a los que no se dejan vencer por las circunstancias adversas.

Lo malo es que yo me dejo vencer pronto. Dios no quiera que Sarkozy decida invadir España como hizo su antepasado Napoleón. Esta Princesa sería la primera española en rendirse.

-¿Sabe que regresó el contable Juan, mi Princesa? Estuvo hablando con el Príncipe. Creo que traía dinero para ustedes.
-¿Y cómo lo sabes, Maripuri?
-Lo toqué un poquito y noté los fajos de billetes. Los del PP son ricos, mi Princesa. ¿Sabe cómo se siente una cuando besa a un pepero? ¡Una pretty woman!
-¡Maripuri! -exclamé escandalizada - ¿Sabes lo que has dicho?
-Sí, mi Princesa.

Yo creo que no lo sabía. Mi doncella pierde el sentido cuando encuentra en su camino un millonario. Su máxima aspiración es arrastrar a un pijo al altar de los Jerónimos.

-Me gustan los ricos de toda la vida -me confesó-. Debe ser apasionante no tener entre tus preocupaciones la inflación ni el desempleo.
-Tú tienes trabajo, Maripuri.
-Estoy cansada de trabajar, sobre todo durante estos meses de precampaña electoral. Los políticos me llaman para que les mire con el tarot si van a sacar escaño.
-Mira si me va a tocar la primitiva esta semana.

Maripuri barajó sus cartas, reflexionó un poco y dijo que las Loterías y Apuestas del Estado no me iban a dar un céntimo.

-Aquí me sale que una tal Milagros Sánchez la premia por su labor periodística.
-¿De verás?
-Sí, mi Princesa. Sus súbditos la aman.
-¿Y mis súbditas, Maripuri? ¿También me quieren?
-Mucho más, mi Princesa. Las mujeres amamos más que los hombres. Por cierto, dígale a Milar¡gros que la madre que me inventó le agradece de corazón el premio.

Queda dicho. Esta Princesa le dice "muchas gracias" y, por un largo segundo, se permite quitar la corona principesca para decir bajito: "moitas grazas".

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Se trata de un premio que se debe conceder a blogs de calidad que una acostumbra a visitar dejando comentarios.
Quienes lo reciban tienen que:
*Escribir un post linkeando a la persona que te lo dio
*Etiquetar el premio bajo la etiqueta "Premio" (yo no lo haré porque no utilizo etiquetas)
*Transcribir las reglas (y si se animan romper una o dos)
*Elegir 7 blogs que recibirán el premio
*Exhibir con orgullo el galardón.


He decidido concederle los siete premios a los siguientes blogs (tras consultarlo con los sabios del Reino):
6-Burbuja transparente (Belén in Red)

Wednesday, February 06, 2008

Disfrazados de choqueiros

:


Celebramos el carnaval muy modestamente porque la crisis económica es cada día más patente en nuestro Reino. Yo pensé en comprar los disfraces en los bazares chinos, pero mi doncella me propuso una alternativa más barata:

-Disfrácense de choqueiros, mi Princesa. No cuesta nada.
-¿Qué es eso, Maripuri?

Mi doncella fue a las habitaciones del servicio y regresó con un montón de ropa inservible.

-Los uniformes viejos del personal doméstico sabiamente combinados con las bufandas de cachemira que dejó Marichalar en su antigua habitación servirán para disfrazarlos de choqueiros. Pruebe este traje de la cocinera Ángela, mi Princesa.
-No es mi talla, Maripuri. Ahí caben seis Letizias.
-Precisamente por eso lo debe poner, mi Princesa. Los choqueiros utilizan tallas amplias aunque sean tan delgados como usted.

Me dejé vestir sin mucho convencimiento en el disfraz. Maripuri me ajustó el traje a la cintura con un cinturón de hombre. Después colocó sobre mi cuello una bufanda de mi ex cuñado que me llegaba hasta los pies.

-Espere, mi Princesa. Voy a buscarle un sombrero.

Regresó con una pamela de mi cuñada Elena.

-Mírese en el espejo, mi Princesa.
-No me reconozco, Maripuri.
-De eso se trata. Un buen disfraz debe impedir que la reconozcan a una.

¿Me reconocería mi Felipín? Fui hasta su despacho sin hacer ruido. Llamé respetuosamente. Nada. Mi Felipín no contestaba.

-¿Duermes, Felipe?
-Ah, ¡Leta! -exclamó sorprendido -¿Compraste un traje de alta costura? Espera, no me digas de quien es. Yo lo adivino.

Antes de que lo pudiera adivinar, entró Su Majestad disfrazado de cazador.

-¿Quién te ha vestido, nuera?
-¡John Galiano! Ése es un vestido de Dior -dijo mi Felipín.
-¿Es de Galiano? -preguntó doña Sofía tocando la tela con manos expertas -¡Me encanta! Prestámelo, Letizia, por favor.

Maripuri tuvo que agenciarles trajes de choqueiro a todas las mujeres de mi familia política.

-A mis Infantitas no me las disfraces, Maripuri. Prefiero que sigan siendo princesas.
-¿Va a discriminar a las niñas, mi Princesa? Déjelas disfrutar del carnaval.

Por la noche bailamos. Estábamos en pleno baile cuando llegó el contable Juan disfrazado de rey.

-¡Un golpe de Estado! -gritó mi Felipín-. Papá, corre a TVE. Hay que decirles a los españoles que la Corona apoya la democracia.
-Hijo, no tienes sentido del humor.

Su Majestad se acercó al contable Carlos. Lo saludó militarmente y le dijo:

-Busca otro disfraz, hijo. Ése que llevas me pertenece.

El contable Carlos se negó a cambiar de disfraz. Maripuri no consiguió disfrazarlo de choqueiro. Es un hombre al que le gusta vestir bien y vivir mejor.

Friday, February 01, 2008

¿Qué puedo comprar con 400 euros?



Hay mucho revuelo en mi Palacio con la promesa de los famosos 400 euros. Mi Felipín y sus hermanas están eufóricos.

-Ya tenemos para ir de vacaciones, Leta. Vete haciendo las maletas para marzo -me dijo mi marido el Príncipe
-Pero, amor, 400 euros son una miseria.
-Son 400, Leta. ¿No entiendes? Cristina echó cuentas y dice que le llegan para pagarse un viaje a Córcega con Iñaki y los niños.
-¿Tu hermana tiene las matemáticas aprobadas, Felipe?
-Por supuesto. Cris era una chapona. ¿Te importa si invito a Elena? Le gusta mucho el turismo rural.

Dejé que la invitara porque no va a haber tal casa rural. Por 400 euros no alquilamos ni una habitación en una pensión de mala muerte. Además, para cobrar el cheque, tiene que ganar antes las elecciones Zapatero.

-Ya he solicitado los cheques de 400 euros, Alteza -me informó el contable Carlos-. ¿Tendría la bondad de firmar su declaración de la Renta?

Le arranqué los papeles de las manos. Yo no firmo nada que no haya leído antes. Una vez comprobado que mi declaración era a cobrar, estampé mi principesca firma.

-¿Usted también va a cobrar los cuatrocientos euros, Carlos?
-Por supuesto, Alteza. ¿Sabe que fui yo quien le dio la excelente idea a Zapatero?
-¡No me diga!
-Sí, Alteza. José Luis y yo somos primos por parte de madre.
-Entonces no es usted del PP.
-Me parece que no.
-Su predecesor, el contable Juan, era pepero.
-¡Ay, un facha! ¿Cómo es que lo habían contratado, Alteza?
-Tenía un buen currículum.

Carlos me explica que no sólo los de la derecha tiene buenos historiales académicos.

-Yo estudié en EEUU, Alteza.
-¡Caramba! -exclamé- Va a tener razón Maripuri cuando dice que eres un millonario progre.

Iba a preguntarle cuántos ceros tiene su cuenta corriente, pero no me atreví. Podía pensar que estaba ideando un matrimonio de conveniencia entre él y mi doncella.

-¡Contable! -bramó don Juan Carlos-. Solicita mis cuatrocientos euros. Necesito comprar un escopeta nueva para cazar osos.
-Carlos, por favor, ¿serías tan amable de pedir mis cuatrocientos euros? Ando mal de calderilla -se quejó doña Sofía.
-Por supuesto, Majestades.

Yo no cría lo que estaba oyendo. Mi familia política es la familia española más interesada en los cuatrocientos euros que paga Zapatero por cada voto.

-¿Tú no vas a pedir los cuatrocientos euros, Maripuri? -le pregunté a mi doncella.
-Yo pido más, mi Princesa. Por menos de 400 millones de euros no pienso vender mi voto.
-Pues creo que Zapatero no podrá comprar ese voto tuyo tan caro, Maripuri. Estamos iniciando una crisis económica.

Mi doncella dice que no rebaja el precio del voto. Este país anda al revés: los ricos venden sus votos más baratos que los pobres.

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