Los blogs que lee Letizia

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Monday, October 29, 2007

Premios Príncipe de Asturias 2007




A pesar de estar Al Gore en Oviedo, no ocurrió ningún desastre. Mi doncella estaba convencida de que el ex presidente norteamericano iba a provocar, por lo menos, un diluvio universal.

-Hay que poner el "Fortuna" en el puerto de Gijón, mi Princesa. El mar siempre fue una vía de salvación para la Humanidad. Yo me instalaré en el barco con las niñas.

No se lo permitimos. Sólo accedimos a la petición de Maripuri de alojarse en la última planta del Hotel Reconquista. Si era cierto que Dios enviaba el segundo diluvio universal cuando estuviéramos en la entrega de premios, Maripuri y las Infantas estarían a salvo.

Como decía, no hubo tal diluvio, pero me morí de miedo en el teatro Campoamor. Todo eran tragedias. Ante nosotros desfilaban los supervivientes del Holocausto y Al Gore hablaba del holocausto del tiempo. La tierra iba mal. Crucé los dedos sufriendo por el destino de la Humanidad. Pero quedaba lo peor: la audiencia que le concedimos al americano después del evento.

-A los otros premiados los recibieron antes, Altezas,
-Usted merece más atención -le dijo mi Felipín-. El clima nos preocupa.
-Hacen bien preocupándose por el calentamiento global, altezas. Cada vez estaremos más calientes.
-¿Calientes? -pregunté.
-Sí, Princesa. ¿No nota más temperatura que hace media hora? Vamos camino de los 60ºC y no hay invierno que lo remedie. Los niños crecerán menos.

-¡Qué horror! -exclamé.
-Sus Infantas no superarán el metro y medio.

Empecé a llorar sobre el hombro de mi Felipín. Mis hijas necesitan dar la talla, estar a la altura de nuestro país. ¿Cómo un gran país va a tener pequeñas Infantas? Prefería el segundo diluvio universal. El "Fortuna" estaba amarrado en el puerto de Gijón y allí desistiríamos las intensas lluvias. Se lo dije a Al Gore.

-La Tierra se calienta, Alteza-insistió.
-¿No se puede enfriar abriendo las puertas de las neveras? preguntó mi Felipín-. Su Majestad les dará la orden a los españoles.
-La Monarquía no lo aguantaría.
-¿Cómo que no? -pregunté enfadada-. Tenemos que salvar a las Infantas del raquitismo que, según usted, les provocará el calentamiento global.
-Quería decir que los españoles no obedecerían la orden del Rey. Ya no lo aman. Si les ordena dejar abiertas las neveras, asaltarían La Zarzuela pidiendo las cabezas de todos ustedes.

Abandoné la sala dando un portazo que hizo temblar todo el Hotel Reconquista. Llegué a la suite de las Infantas maldiciendo a los antepasados de aquel profeta de los malos augurios.

-No diga tacos, mi Princesa -me recriminó Maripuri-. Las niñas oyen, y podrían aprender malas palabras.
-¿Qué dirías tú si te dijeran que tus hijas no pasarán del metro y medio por culpa del calentamiento global? Tengo ganas de matar a Dios.
-Dios no se deja matar, mi Princesa. Ya lo intentó el diablo y no pudo.
-¿Letizia! ¿Qué ocurre? ¿Te asustó Al Gore? -preguntó doña Sofía, todavía enfundada en su traje dorado.
-Muchísimo, Majestad.
-No hay que preocuparse. El primo de Rajoy dice que el cambio climático no existe.

Cuando subió mi Felipín le dije que creía más al primo de Rajoy que a Al Gore. Doña Sofía me había convencido. Los primos del líder popular sólo pueden ser listos.

Wednesday, October 24, 2007

La dieta de las habas



Los de Benetton quieren que salga en su próxima campaña publicitaria. Pagan bien por unas cuantas fotos, pero lo estoy pensando. De momento, sólo se lo dije a mi doncella y a mi Felipín.

-Haz lo que quieras, Leta -dijo mi marido el Príncipe cuando se lo comenté-, pero que no sea un escándalo.
-Me ofrecieron cien millones de euros por posar vestida. Supongo que si me desnudo triplicarán la oferta.
-No, Leta, por favor. Si sales desnuda en las vallas publicitarias Su Majestad muere con la vergüenza.
-Pues debería estar orgulloso de tener una nuera delgada. Si te hubieras casado con alguna de tus ex, los ocho millones de euros del Presupuesto no llegarían para pagarle la alimentación.
-Más nos va a costar la cena que le tiene que ofrecer Su Majestad a Jiménez Losantos para que se calle.

Mi doncella me explicó lo de la cena.

-Esperanza Aguirre quiere que le demos de comer al de la Cope.
-¡Lo que faltaba! ¿Le da de comer él a mis hijas las Infantas? ¿Y a mí?
-Usted debería comer más, mi Princesa.
-Tú tampoco comes mucho, Maripuri. Los guisos de la cocinera Ángela no los pruebas.
-Como mucho arroz, macarrones sin salsa de tomate, filetes de varios animales, lechuga algunas veces y...
-Nunca comes fabada asturiana -la interrumpí.
-Ya probé la fabada gallega y no me gustó. Las habas deberían estar prohibidas.
-Las habas son riquísimas, Maripuri. Yo como doce para cenar.

Comería más, pero la cocinera Ángela sólo me pela una docena.

-Es un trabajo de chinos, Alteza. Voy a pedir una baja por depresión -me amenazó cuando le dije ayer que iba a radicalizar la dieta de las habas.
-Los de Benetton me necesitan delgada para su próxima campaña.
-Anoréxica querrá decir.
-No, delgada.

La gente no entiende la diferencia entre delgadez y anorexia. La delgadez es elegancia. En cambio, la anorexia es enfermedad.

Empezó a oler a quemado. La cocinera corrió hacia la cocina. La cena que le íbamos a dar al de la Cope estaba chamuscada.

-Dios sabe lo que dirá mañana, Leta -se lamentó mi Felipín-. No lo quiero oír. Cuanto más pide la abdicación de Su Majestad más se enfada papá conmigo. ¿Qué culpa tengo yo de gustarle para rey a Jiménez Losantos?
-Calla, Felipe. Estoy pensando en los cien millones que me va a pagar Benetton por posar vestida. ¿Sabes si llegan para abrir una cuenta bancaria en Suiza?

Mi Felipín no lo sabía. Tengo que preguntárselo al Rey. Su Majestad guarda su fortuna en la Confederación Helvética.

Friday, October 19, 2007

Necesitamos un vídeo




La Monarquía necesita un vídeo promocional para remontar el vuelo. Estoy convencida. Mi doncella me apoya, pero no puedo decir lo mismo de mi Felipín.

-Es una locura, Leta. No seré yo quien se lo proponga a Su Majestad. ¡Un vídeo! Eso es cosa de los políticos -dijo cuando se lo comenté.
-Necesitamos más popularidad, Felipe. El Pueblo debe valorarnos, vernos trabajadores, dispuestos a sacrificarnos por la Patria o como se diga.

Mi Felipín calla. Siempre calla cuando no comparte mis opiniones.

-Ya se me ocurrieron las primeras frases para su vídeo, mi Princesa -dice Maripuri-. Podría decir usted: "Con L de Letizia la Monarquía española avanza hacia el futuro"
-¡Perfecto Maripuri!
-El Príncipe contestaría: "La L continuará con Leonor".
-Esa frase no vale porque el Príncipe no participa en el vídeo.
-Entonces buscaré un monárquico que lo sustituya.
-Que no sea Ansón, Maripuri. Y Peñafiel menos.

A última hora de la tarde, mi doncella me pasó su móvil con una llamada para mí. Quedé sin habla al oír la voz del que mañanea en la Cope.

-Yo apoyo la abdicación del Rey en el Príncipe -decía-. Son las nueve de la noche y los Albertos aún no han entrado en la cárcel.
-¡Jesús! -exclamé.
-España no es propiedad de ninguna familia.

Le devolví el móvil a Maripuri. Jiménez Losantos tiene de monárquico lo que yo de monja carmelita: nada.

-¿Cómo le ha colgado el teléfono al periodista que apoya su Reinado, mi Princesa? Don Federico quedaría muy bien en su vídeo.
-Si te hago caso, la Monarquía termina en media hora. De política no entiendes nada, Maripuri.
-Yo sé mucho marketing, mi Princesa. Usted y don Federico en un vídeo tendrían mucho más éxito que Zapatero en YouTube.

¿Cómo puedo tener un servicio tan chalado? Maripuri y sus ideas desastrosas, la cocinera Ángela volviéndome anoréxica con sus comidas quemadas, el jardinero Jordi cultivando amapolas, el peluquero Hernán y su gusto por los peinados antiguo, la niñera Rafaela...

La niñera acaba conmigo. Empezó a llamarle a mi niña Leonor ciudadana Leo y ahora sus primos la llaman infanta Leo.

-No te puedes dejar llamar así, hija. Leo significa león -le dije.
-Sí, mami. Y el león es el rey de la selva y, como yo seré la Reina de España después de papi, soy Leo.

Los argumentos infantiles son contundentes, sobre todo cuando se refieren a los nombres. Mi cuñada Cristina también tiene problemas con los nombres de los niños. Los mayores son fans de Carod-Rovira y se han catalanizado los nombres de pila. Para eso fueron bautizados con tanto gasto.

Monday, October 15, 2007

Un exitazo



La Fiesta Nacional fue un exitazo. No se desmayó ningún soldado y la cabra de la Legión no escapó. Hubo algunos abucheos a Zapatero, pero, como dice el Presidente, ocurre todos los años. Los del PP ocupan las mejores posiciones en las tribunas y, desde allí, gritan "Zapatero dimisión".

También gritaron "¡Viva el Rey!", lo cual es para agradecer en los días de antimonarquía que estamos viviendo. Maripuri cree que los que le gritaron vivas a Su Majestad fueron Ansón y Usía.

-Son los únicos antimonárquicos que existen. Los juancarlistas nunca lanzan gritos monárquicos.
-Yo no reconocí la voz de Ansón, Maripuri.
-Estaba afónico, mi Princesa, por eso no lo reconoció. Alfonso Ussía también tenía la voz alterada.

Ussía no me gusta nada. Dice cosas muy feas de mi Felipín. Pero no voy a enfadarme hoy recordando a los representantes fácticos de la derechona. Soy feliz. En el día de la Hispanidad española yo era la más guapa del Reino. Mi doncella quería subirme más el vestido.

-Tenemos que ponernos minifalderas, mi Princesa.
-Yo tengo que acatar el protocolo de la dinastía Borbón.
-Tonterías, mi Princesa. Las faldas hay que ponerlas minis.
-Tú cose ese dobladillo a la altura de mis rodillas.
-Lo estoy cosiendo estilo faldas Paulina Rubio.

Tuve que llamar al modisto. Mi doncella no controla las medidas correctas.

El peinado fue otra lucha. El peluquero Hernán quería disfrazarme de Eva Perón.

-Evita fue la mujer más elegante de toda Argentina. Voy a hacerle uno de los primeros peinados que lucio la esposa del general Perón.
-Te pedí un peinado estilo Ángeles de Charlie.

Acabé quitándole el peine y haciendo los rizos a mi manera.

-No te maquilles, ciudadana Leti. Dijo Al Gore que el maquillaje está acabando con el medio ambiente.
-¡Niñera Rafaela! Ocupate de las Infantas.
-No puedes maquillarte.
-Ya estoy maquillada. Tú quedas con las niñas.

Llegué exhausta al Paseo de la Castellana. Un ujier me dio una banderita. Se la regalé a Rajoy y, el muy bobo, se quedó con la banderita en la mano.

-Tienes mucho oficio, Letizia -me susurró doña Sofía-. Sabes contentar a la oposición mejor que Juanito. Esa banderita que le regalaste a Rajoy va a hacer un milagro.

¡Vaya si lo hizo! El buen hombre abanicó a todos los regimientos con ella. Con tanto aire no hubo ningún desmayo. Hasta la cabra desfiló contenta.

El besamanos fue precioso. Me encantan las reverencias. Las del PP se arrodillan ante mí como si yo fuera Isabel la Católica. Pero el mejor beso en la mano me lo dio el presidente de Cantabria.

-Le voy a contar un chiste, Alteza -me dijo tras el beso reverencial-. Rajoy sin barba se parece a Aznar.
-Mis chistes son mejores, señor Revilla.
-Cuente, cuente, Alteza.

Doña Sofía me arrastró a la otra esquina del salón y Revilla quedó con ganas de un chiste mío.

-Letizia, las Princesas de Asturias nunca contaron chistes.
-No es cierto, señora. Yo misma le conté un chiste a Sabina.

Mis cuñadas me rodearon dando ejemplo de Infantas. me estaban chupando plano. Subí un poquito mi vestido azul. Los militares se olvidaron de las copas de vino y sonrieron mirando mis piernas.

-Felipe -le susurré a mi marido-, hay que cambiar eso de "todo por la Patria" por "todo por las piernas de la Princesa".

Mi Felipín se rió a carcajadas. Mis chistes le dan mucha alegría. Cuando seamos nosotros los Reyes, los telediarios de TV1 abrirán con un chiste mío.

Wednesday, October 10, 2007

Preparativos para el día 12



Estoy preparándome para la Fiesta Nacional. ensayar la inclinación de cabeza me deja exhausta. No aguanto más de cinco minutos con la cabeza agachada. Espero que sean suficientes para que pase la bandera y me vea Jaime Peñafiel.

-Tienen que ser diez minutos, mi Princesa -me dice mi doncella-. Los soldados van a paso lento.
-Pues tendrán que apurar el paso. Mi cabeza no resiste tanta reverencia a una tela.
-Está hablando de la bandera de nuestro país.

¿Cómo cree Maripuri que voy a defender una tela antes que las fotos de mi familia política? Es muy duro ver a mi Felipín con cara de sufrimiento.

-Son mis padres, Leta -dice cuando salen los Reyes ardiendo en fotografía-. No puedo permitirlo. A esos chicos hay que enviarlos a galeras.
-¿Tenemos galeras? -le pregunto.
-Sí, amor. El fortuna y los demás barcos anclados en Mallorca.
-¿Andan con remos? ¿Yo pasé las vacaciones en un yate llevado por presidiarios?
-Eso será para el próximo verano. Le voy a quitar los motores al Fortuna y poner los chicos de Carod Rovira a remar.

De momento, mi Felipín ha puesto las fotografías de los políticos boca abajo. Mi doncella Maripuri pensó que era una cosa del decorador y puso los retratos de la Familia Real boca abajo. No nos dimos cuenta porque están tapados con banderas de la patria para que mis Infantitas no se traumaticen mirando caras poco agraciadas. Quien se dio cuenta fue Su Majestad cuando vino a despertar a mi Felipín de la siesta.

-Hijo, hay que respetar a los Borbones muertos. Pon los cuadros con las cabezas hacia el techo.

Mi Felipín obedeció.

-Así están mejor, hijo.
-Carod Rovira y Anasagasti quedan con las cabezas hacia el suelo, papá.
-Esos no son de la Familia Real.
-Mira este dibujo, abuelito.
-¿Qué has hecho, infanta Leonor? ¿Esto es un rey para ti?
-No es un rey, abuelo, eres tú.
-Yo soy el Rey de España.
-La niñera Rafaela dice que eres el ciudadano Juan Carlos con número uno en la lista de españoles.

Su Majestad se va sin despedirse. Dos horas después nos envía un comunicado oficios proclamando a Froilán heredero .

-Mira esto, Felipe.
-No hagas caso, Leta. Papá lleva toda la vida quitándome del testamento. Cuando se enfada conmigo, nombra heredera de sus ahorros a Elena.

Quedé tranquila. A mí sólo me interesa la Corona. Prefiero un sueldo para toda la vida antes que unos cuantos miles de millones que te puede fundir una mala inversión.

Friday, October 05, 2007

La solución es un embarazo



Estoy decidida a ir a por mi tercera hija. Mi Felipín no quiere más hijos porque piensa mucho en la Constitución.

-¿Y si viene el varón, Leta? -me pregunta asustado cuando le propongo la tarea.
-Déjalo venir.
-No, Leta, no. Las cosas no están para un varón.

Yo le explico que en las cartas de mi doncella Maripuri nos salen todas hijas, pero no lo convenzo. Mi Felipín sólo cree en Dios, y Dios sólo se manifiesta en una ecografía.

Doña Sofía nos anima a tener más hijos. Cree que un embarazo acallaría el escándalo que montan los republicanos con la quema de fotos de Su Majestad.

-El día de la Hispanidad va a proclamar la III República Montilla -me informa la niñera Rafaela nada más regresar de Cataluña-. Ha invitado al evento al alcalde de Humilladero, ciudadana Leti. Te traigo unas invitaciones por si quieres asistir.
-¡Lárgate, traidora! Muerdes la mano que te paga el sueldo -grité.
-¿Sabes que la ciudadana Leonor dibuja al ciudadano Juan Carlos boca abajo?

¿Qué habré hecho yo para merecer una niñera tonta? Mi niña Leonor hace dibujos cubistas. Dibuja como Picasso.

-Quiero ser pintora, mami -me dijo-. La señor dice que soy una artista.
-Eres Infanta, hija. Y serás la Reina un día, si Dios quiere.

Mi niña pregunta por Dios. Lo confunde con el Espíritu Santo.

-¿Es una paloma, mami?
-Dios es un viejecito que vive allí arriba, cariño -le explica mi Felipín-. Él hizo el mundo.
-Y tú, ¿qué hiciste, papi?
-Te hice a ti, hija. A ti y a tu hermana Sofía.
-¡Yo también las hice!
-No grites, Leta.
-Y voy a hacer la tercera.
-La tercera nos la va a hacer Carod Rovira gratis, Leta. A poco que nos descuidemos, tenemos República.

Mi hija leonor pregunta si la República es la esposa de Dios. Mi Felipín calla. Yo también. Leonor despierta a su hermana Sofía par contarle que Dios hizo el mundo, nosotros las hicimos a ellas y un tal Carod Rovira va a hacer una República. Empiezo a pensar si vale la pena ser madre.

Monday, October 01, 2007

Rajoy nos apoya



Yo no me casé con mi Felipín para esto. Mi meta era, y sigue siendo, ser la Reina de España, no la reencarnación quemada de María Antonieta.

-Haz algo, Felipe -le digo a mi marido cuando salen en el telediario las fotos quemadas de Su Majestad-. Están ofendiendo a tu padre.

Mi Felipín apaga el televisor y se va a jugar con nuestras hijas, las Infantas. Entonces es cuando mi doncella Maripuri saca sus cartas para mirar el futuro de la institución monárquica.

-Las cosas van mal, mi Princesa. Muy mal.
-No me asustes, Maripuri.
-Sabina y Peñafiel apoyan a los pirómanos. Veo a Sabina dando un concierto a favor de la III República con Peñafiel en la fila cero.
-¡Menuda novedad!

Maripuri recoge su tarot y me dice su seria que le pidió a Rajoy apoyo para la Monarquía.

-Fui en persona a Génova 13. Mariano es un señor muy educado, mi Princesa. Me prometió un puesto en la lista del PP para el Príncipe. Don Felipe será número dos por Madrid.
-¿Qué dices, Maripuri? Mi Felipín, antes de ir en la lista del PP, se mete a cura. Es progre de izquierdas igual que yo.
-Pues ZP no lo va a llevar en las listas del PSOE, mi Princesa.

Pierdo los nervios. Mis gritos enfadan a Su Majestad.

-¿Quién te mando casarte con esta mujer, hijo?
-El amor, papá.
-España merecía una princesa de sangre real.
-¡Y yo merecía un dentista! -chillé-. Yo, que soy tan guapa y tan lista, voy a acabar en el exilio. No podré regresar a mi tierra asturiana.

El Rey se va. Mis ataques de pánico a los sublevados le traen sin cuidado. Felipín va hacia las habitaciones de doña Sofía arrastrando los pies como un capitán Alatriste derrotado.

-Ha llegado Rajoy, mi Princesa.
-Yo con ése no hablo.
-Debe recibirlo con una sonrisa.

Como Maripuri suele tener razón, pongo sonrisa de Mona Lisa y voy al encuentro del jefe de la oposición.

-A sus pies, Alteza.
-Levántese, señor Rajoy.
-Quiero expresar de rodillas mi lealtad a la Corona. La mía y la del PP, por supuesto.
-No suponía menos.

El hombre seguía de rodillas. Sin incorporarse, me cantó el programa del P como quien canta los números de la lotería de Navidad sin niños de San Ildefonso.

-Vamos a ganar las elecciones generales, Alteza.
-Dios no lo quiera.
-¿Cómo dice, Alteza?
-Digo que ahora viene Maripuri a escuchar con paciencia el resto de su discurso.
-Sólo me queda regalarle unos hilillos de plastilina a las Infantas.
-Guardelos para sus hijos, señor Rajoy. Mis niñas no quieren restos del Prestige.

Tuve que aceptar dos cajas de plastilina de colores para que se fuera. Los políticos del PP nos apoyan con un sí en los labios y un no en el corazón. Casi prefiero a los que queman nuestras fotos. Por lo menos sabes que su rechazo es sincero.

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